jueves, 23 de septiembre de 2010

PANDEMIAS


La palabra pandemia procede de pandêmos, del griego pan, "todo" y el griego démos, "pueblo"
Pandemia:  Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región.
Así es como la Real Academia Española define la palabra pandemia. Pero, ¿Cuándo sabemos que una epidemia pasa a ser una pandemia?
Cuando una enfermedad infecciosa rebasa todo tipo de barreras geográficas y se extiende por todo el planeta, decimos que una epidemia ha pasado a ser una pandemia.
En la historia, el planeta a tenido que sufrir diferentes pandemias; algunas como La Peste de la Guerra de Peloponeso, La Plaga Antonina, La Plaga de Justiniano, La Peste Negra y La Gripe Española.
La primera nombrada se originó hacia el año 430 a.C. Ésta produjo la muerte de 30.000 ciudadanos atenienses, y fue registrada por el historiador Tucídides, aún no ha sido identificada oficialmente.
La plaga Antonina apareció en el año 165 d.C., un grupo de soldados romanos que volvían de Mesopotamia tuvieron la desgracia de expandir la Plaga Antonina, que terminó matando al emperador romano Marco Aurelio. 5.000 personas fueron las que murieron en Roma a causa de esta plaga, para que quince años después 5 millones de personas sucumbieran ante lo que posteriormente fue identificado como viruela.
La peste de Justiniano fue una pandemia que afectó al Imperio romano de oriente o Imperio bizantino, incluída su capital Constantinopla, en los años 541 y 542. La causa más aceptada de la pandemia es la peste bubónica, que posteriormente también causaría la pandemia llamada peste negra en el siglo XIV. Los efectos sociales y culturales de ambas pandemias fueron similares. La pandemia fue recurrente en torno a los puertos del Mediterráneo hasta aproximadamente el año 767, causando un gran impacto en la historia de Europa.
En resumidas cuentas, ha habido muchas pandemias muy conocias y que se podrían desarrollar mucho más pero nos vamos a centrar más en conocer La Gripe Española.
La gripe española también es conocida como la Gran pandemia de gripe, la Epidemia de gripe de 1918 o La gran gripe. Se piensa que ha sido la pandemia más letal en la historia de la humanidad. En tan solo el curso de un año (de 1918 a 1919) fue capaz de acabar con la vida de entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo.
Un investigador asegura que la enfermedad apareció en el Condado de Haskell, Kansas en enero de 1918. Los Aliados de la Primera Guerra Mundial la llamaron Gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto del mundo, ya que España no se vio involucrada en la guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
La Gripe Española ha ido evolucionando. Desapareció entre los años 1957 y 1977 por lo que los que nacieron entre esos 30 años no tienen memoria inmune sobre esta enfermedad.
España no tuvo nada que ver con el origen de la pandemia y fué el único país que no ocultó la catástrofe e informó puntualmente a la población desde el primer momento, no así en el resto de Europa donde se instauró la censura para no desmoralizar a las tropas, negando incluso la existencia del virus; pero la prensa española acabó cruzando la frontera y se convirtió en casi el único canal informativo de la población de los paises contendientes en la "Gran Guerra". Fué en la prensa francesa donde empezaron a usarse términos despectivos como "gripe española", "cucaracha española", "dama española"... esto provocó un conflicto diplomático en junio de 1818 entre España y Francia, donde las autoridades españolas exigieron una rectificacón, pero el término se extendió tan rápido como el propio virus y perduró.
Los principales síntomas eran fiebre alta, fatiga y vómitos.  Además, las enfermeras europeas notaron un particular síntoma en sus pacientes: manchas oscuras en los pómulos y pies, claro indicio de cianosis por falta de oxígeno. Autopsias posteriores revelaron que los afectados morían asfixiados, ya que los alvéolos (células pulmonares que contienen aire) quedaban saturados de líquido. 
Fue tal letal la enfermedad puesto que mutó el virus.  Éstos suelen cambiar su estructura genética cada un período corto de años; estos cambios son menores y las compañías farmacéuticas logran mantenerlos bajo control. Sin embargo, a veces las mutaciones son más drásticas, motivo por el cual nuestro sistema inmunológico ya no los reconoce y se vuelve indefenso ante ellos. El último ejemplo de mutación ha sido la conocida Gripe A, de la cual se pensó el año pasado 2009 que mataría a una de cada diez personas en todo el mundo.
Todos los gobiernos se dedicaron a comprar vacunas contra ella mientras, en realidad, la gripe más “peligrosa” es la común, puesto que en el último año mato a aproximadamente 3.000 personas en España.