martes, 30 de mayo de 2017

Adicta

A veces te comparo con cuando dejé de fumar. Me gustaba aunque sabía que era algo malo. Estaba acostumbrada a llevar el tabaco siempre encima. Cuando iba de un lado a otro, iba fumando. Cuando estaba en algún lado esperando, fumaba. Cuando tenía descanso de algo que hacía, fumaba. Mientras estudiaba, fumaba. Y al terminar de estudiar también fumaba. Si me iba a tomar algo por ahí, fumaba. Aburrida en casa viendo algo, fumaba. Antes de dormir fumaba. Y por las mañanas también.
 
Luego se acabó el fumar. Los primeros días fueron los mas difíciles. Ya el hecho de no llevar el tabaco encima se notaba. Ese momento en el que algo me preocupaba, ya no fumaba. Cuando algo me enfadaba, tampoco fumaba. Cuando estaba de tardeo en una terracita, no fumaba. Al pasar el primer mes se me empezó a hacer más fácil, es como que me había acostumbrado un poco a no estar fumando siempre que andaba por ahí, eso no quita que me habría fumado uno más agusto que nadie. Llegué a los dos meses con un mono que me moría. Después de ese tiempo que digo que se me hizo más fácil, se me volvió a complicar. Continuamente pensaba en fumar y todo me parecía un buen momento para fumar. No recuerdo cuando se me hizo llevadero hasta el punto de que ya no me acordara. De esto hace ya dos años. A veces me apetece fumarme uno, pero también pienso que como le dé un calo me va a dar una angustia tremenda.

Ahora tocas tú. Acostumbrada a estar siempre hablando contigo por el móvil o a estar contigo. Cuando iba de un lado a otro, iba hablando contigo. Cuando estaba esperando en algún lado, hablaba contigo. En los descansos, hablaba contigo. Mientras estudiaba, hablábamos. Y al terminar hablábamos más. Si estaba por ahí tomando algo, estábamos hablando también. Aburrida en casa viendo algo, hababamo. Antes de dormir hablábamos. Y por las mañanas también.

Ahora se acabó. Los primeros días fueron los mas difíciles. Ya el hecho de no oír el móvil se nota. Cuando me preocupa algo, ya no te lo cuento. Cuando estoy enfadada por algo ya o te lo cuento. Si quedo con alguien a tomar algo, no lo sabes, porque no hablamos. Se me empezó a hacer más llevadero al llegar al primer mes, me iba acostumbrado a no verte, eso no quita que me siguiera doliendo el alma. Llegando a los dos meses y con un mono que me muero. Se me ha vuelto a complicar, estoy otra vez peor que hace una semana. Continuamente pienso en hablar y todo me parece un buen momento para ello. No sé cuando esto me dejará de afectar y no me acordaré continuamente.

Fyah Lady

No hay comentarios:

Publicar un comentario